Tras un marzo sin casi lluvias, un comienzo de abril aún peor (apenas 2 litros por metro cuadrado en el conjunto de España) y sin perspectiva de precipitaciones para los próximos días, la sequía se agudiza en casi todo el país, con mayor intensidad en amplias zonas del norte, nordeste peninsular y en Andalucía. Una situación hídrica que tendrá, sin duda, incidencia en un cultivo como el de la vid, ya castigado en las últimas campañas por la falta de aporte hídrico regular. El Ministerio de Agricultura ha convocado la Mesa Nacional de la Sequía para la próxima semana.
Para los próximos diez días “no hay visos de grandes cantidades de lluvia”, ha avanzado Rubén Del Campo, portavoz de Aemet, quien incide en que esta situación “agudiza” la sequía meteorológica de larga duración que arrastra España, sobre todo en el nordeste de Castilla y León, País Vasco, Navarra, norte de Aragón, Cataluña, Andalucía y sur de Castilla-La Mancha.
Sin embargo, la sequía no es un hecho aislado: en los últimos 60 años, la España peninsular ha vivido tres sequías de larga duración e intensidad (1982-1984, 1991-1996 y 2005-2009), siendo 2005 el año de menor precipitación de la serie estudiada (1961-2018). Otros episodios de menor duración se dieron entre los años 1975 y 1976, 1987 y 1988, 2000 y 2001 y 2017 y 2018. “Puntualmente puede haber zonas que estén ahora viviendo una sequía muy intensa”, pero para toda la España peninsular esos han sido hasta hoy lo peores episodios, ha precisado Del Campo.
La falta de lluvia también redunda en la precipitación acumulada, que desde el pasado 1 de octubre y hasta la primera semana de abril arroja 334 litros por metro cuadrado en toda España, es decir, un 19% menos que el valor normal en dicho periodo (411 litros).
Por áreas geográficas, las cantidades acumuladas se encuentran por debajo de lo normal en la franja cantábrica, salvo en Galicia, en gran parte de la mitad este de la Península, en el tercio sur y en el archipiélago canario, excepto en la mitad sur de Tenerife.
Esta situación, lejos de revertir, no augura pronósticos halagüeños: mayo, de momento, “no parece que vaya a ser muy lluvioso, y junio nunca lo suele ser”, ha observado Del Campo, quien incide en que, de cara al verano, los modelos anuncian una estación de nuevo “muy calurosa, no sabemos si tanto como el año pasado, pero con temperaturas bastante por encima de lo normal”.
La falta de precipitación resta humedad al suelo, reduce los caudales de los ríos y merma la reserva de agua, que a fecha del 13 de abril suma 28.665 hectómetros cúbicos, cifra muy alejada de la media de la década (37.445 hm3), según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, que detallan que el agua almacenada en los pantanos es el porcentaje más bajo para esta semana desde 2011, solo superado por 2022.
Por comunidades autónomas, los mayores niveles de agua embalsados están en Galicia (80,1%) seguida de Asturias (78,9%), País Vasco (76,1%), La Rioja (73,9%), Castilla y León (70%), La Comunidad de Madrid (68,3%), Comunidad Foral de Navarra (64,3%), Aragón (58%), Comunidad Valenciana (57,5%) y Extremadura (52,3%).
Por debajo del 50 por ciento de agua almacenada se sitúan las comunidades de Cantabria (42,7%), Cataluña (42,4%) Castilla-La Mancha (40%), mientras que, en los últimos puestos, y con menos del 30 por ciento de agua embalsada, se sitúan Andalucía (29,5%) y la Región de Murcia (27,7%).
Fuente:La Semana Vitivinícola